| Ashram 12th November 2025 |


*“Ashram”*


Now that place too had begun to feel like an ashram. Only one thought was repeating in my mind — a miracle will happen, and the land will come to us!

And that is exactly what happened.


The owner called and asked if we could come to his office. We went to meet him there, and he said he wanted to sell the land!

My eyes opened wide with joy — and the very next moment, my heart sank in fear: How will this happen?


In my heart I wished for it to become ours, but it seemed impossible.

We spoke with him. He said there were already some people interested in buying that land.

I asked, “But you weren’t planning to sell it — why such a sudden decision?”


He said, “Babaji, I don’t know… this thought just came to me suddenly.”

I knew then — this was the divine play of God.

But still I thought to myself, I had said it would take seven years, and it’s only been seven months!

Yet this was the will of God — it had to happen.


Then I said to him, “Why are you selling it to someone else? Give it to us.”

He replied, “Babaji, what could be better than that! If you want it, please take it.”

I knew well what the land was worth — and at that moment it felt as if this could never happen, not even in seven lifetimes.


A strange kind of worry filled my mind. Around that time, I was to go on the Kedarnath pilgrimage — my first ever 250-kilometer journey on foot. I didn’t want to carry any worry in my mind during that trip.

So I told him, “I’ll let you know after a month whether I’ll take the land or not.”

That day, I had released an arrow of faith into the air.


He said, “Babaji, please go peacefully on your pilgrimage. We’ll wait for you.”


After returning home, my heart was heavy. It felt as if the ashram had ended even before it began.

Surely that land would now be sold — such a beautiful place would bring the owner whatever price he asked for.

My mind kept questioning, Will they really wait for me?

And my heart kept answering, Be still. A miracle will happen.

The heart kept whispering, This is meant to be an ashram — and an ashram it shall become!


Everything happening was the divine play of God — God Himself weaving this illusion.

We only had to watch — just watch.


And that is how life is: when circumstances go beyond your understanding, you must stop struggling.

Time will take you wherever you are meant to go.


It’s just like someone who falls into a pond — if they don’t know how to swim and begin flailing, thrashing to save themselves, the water only pulls them deeper.

But when the body becomes still, the water itself lifts them to the surface.


Many times, it is our effort that drowns us.

So when life feels incomprehensible, free yourself from that burden you keep hidden in your heart.


…To be continued…

"Ashram"

El lugar se había convertido en una especie de ashram. Solo un pensamiento me rondaba la cabeza: ¡ocurriría un milagro y el lugar vendría a nosotros! Y así fue. El dueño llamó y preguntó si podíamos ir a su oficina. Fuimos a hablar con él. Nos dijo que quería vender el terreno. ¡Mis ojos se abrieron de par en par de alegría! Y al instante siguiente, me aterroricé, preguntándome cómo iba a suceder. Tenía esto en mente: ¡Quiero conseguirlo! Pero era imposible. Hablamos con él. Dijo que había gente que quería comprar el terreno. Le pregunté: "Pero usted nunca quiso vender este lugar. ¿Por qué sucedió esto tan de repente?". Respondió: "Babaji, no lo sé. Esta idea me vino de repente". Sabía que era obra de Dios. Pero empecé a pensar: "Acordamos siete años, y solo han pasado siete meses, pero esta era la voluntad de Dios. Tenía que suceder". Entonces le pregunté: "¿Por qué se lo vende a otro? ¡Dánoslo a nosotros!". Me dijo: «Babaji, ¿qué podría ser mejor que esto? Si estás dispuesto, tómalo». Yo conocía bien su valor. En ese momento, sentí que no sucedería ni en siete vidas.

Una preocupación diferente surgió en mi mente. Iba a peregrinar a Kedarnath, y esta era la primera peregrinación de 250 kilómetros de mi vida. ¡No quería ir con ninguna preocupación! Así que le dije que les avisaría en un mes si aceptaría o no esta tierra. ¡En ese momento, lancé una flecha de confianza y fe al aire! Me dijo: «Babaji, ¡adelante, relájate! ¡Te esperaremos!». Al regresar a casa, me sentí triste. Sentí que este ashram estaba condenado al fracaso antes incluso de ser construido. ¡Venderían la tierra y obtendrían lo que quisieran por un lugar tan hermoso! ¿Cómo iban a esperarme? Mi mente se hacía la pregunta, y mi corazón respondía. Mi corazón decía: «¡Tranquilo! Ocurrirá un milagro». Mi corazón repetía: «¡Esto es un ashram, y se construirá!».

¡Todo esto está en manos de Dios! ¡Dios mismo crea esta ilusión! ¡Sigue observando! ¡Sigue observando!

Así es la vida. Cuando la situación se vuelve incomprensible, ¡debemos dejar de luchar! El tiempo te llevará adonde quiera. Es como alguien que cae en un estanque. Si no sabe nadar, intenta salvarse a base de forcejeos y patadas. El agua lo ahoga. Pero cuando se calma, el agua lo eleva. ¡Muchas veces nuestros esfuerzos también nos hunden! Por lo tanto, cuando la situación se vuelva incomprensible, libérate de la carga que escondes en tu corazón… (Continuará)